“Mi trabajo no es tomarte fotos en lencería. Mi trabajo es crear un espacio tan seguro y lleno de confianza, que te olvides de la cámara y te conectes contigo misma. Las fotos son solo el hermoso recuerdo de esa transformación.”
Esto no es una sesión de fotos. Es una experiencia de introspección, confianza y autoamor, diseñada para que te reconectes con la mujer que ya eres. Olvídate de posar. Vamos a crear arte.
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Esa voz en tu cabeza que duda, que critica, que compara… la conozco bien. La escucho en casi todas las mujeres valientes que se paran frente a mi lente. Dudas si es el momento correcto, si tu cuerpo es “adecuado”, si te sentirás cómoda o si te verás como realmente quieres sentirte.
Permíteme decirte algo: la fotografía boudoir no se trata de cómo te ves, sino de cómo te permites sentir. No es para modelos. Es para mujeres reales, con historias, cicatrices, curvas y una belleza única que merece ser vista y celebrada, primero por ti misma.
Tus imágenes son tuyas. Nunca se publican sin tu permiso explícito y por escrito. La discreción no es una opción, es la base de todo.
Te guiaré a través de movimientos y respiraciones que se sienten naturales. El objetivo es capturar tu esencia, no una imitación de una revista.
En muchas sesiones, la presencia de una asistente femenina asegura que te sientas cómoda en todo momento. Tu bienestar es la máxima prioridad.
Me sentí confiada y tranquila en su compañía, siempre muy respetuoso y claro en sus instrucciones. El resultado en imagen: Muy agradable y con un gran manejo de la luz. Muy agradecida de haber vivido la experiencia con DJ.
Cada mujer es un universo. Cada sesión es una historia única de fuerza, vulnerabilidad y belleza auténtica. Esto no es sobre lencería, es sobre la persona que la viste.
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Consultar Colecciones CompletasPerfecto. No tienes que saber nada. Mi trabajo es guiarte gentilmente. No te diré “pon la mano aquí”, te diré “respira profundo y cierra los ojos, ahora recorre tu cabello lentamente”. La diferencia es todo. Se trata de sentir, no de actuar.
Tu cuerpo es el mapa de tu vida. No está aquí para ser escondido, sino honrado. Usamos luz y ángulos para celebrar tus formas, no para ocultarlas. Muchas clientas descubren que las “imperfecciones” que temían, se convierten en sus partes favoritas de las fotos porque cuentan su historia.
Absolutamente no. Mis clientas son mujeres de todas las edades, formas y etapas de la vida. Mujeres celebrando sus 40, divorciadas reclamando su identidad, madres que quieren un momento para ellas, o simplemente mujeres que desean hacerse un regalo de autoamor. No hay un “tipo” de mujer para esto.
Es la más estricta. Tus imágenes son 100% tuyas. Nunca se muestran en mi portafolio o redes sociales sin tu permiso explícito, por escrito y firmado. La confianza es la base de esta experiencia.
“Hay un antes y un después del Boudoir… David, la labor que estás haciendo va mucho más allá del arte, a través del lente captas con tu mirada, ese todo que expresa una emoción, un contexto, un vínculo… algo que trasciende a lo más vulnerable del ser humano: Su esencia.”
Si sientes un llamado a explorar esta experiencia, a regalarte este acto de amor propio, me sentiría honrado de ser tu fotógrafo. Demos el primer paso.
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